IGRÁMUL EL MÚLTIPLE

Infografía

Atreyu dio otro paso hacia el rostro. Ygrámul abría ahora la boca. En lugar de lengua, tenía innumerables antenas, pinzas y tentáculos.

-¡Más cerca! -zumbó el enjambre.

Atreyu dio otro paso adelante, quedando tan cerca del rostro que ahora podía ver claramente los incontables seres distintos de color azul acerado que revolotaban en confusión. Y, sin embargo, aquel horrible rostro permanecía inmóvil.

LA HISTORIA INTERMINABLE, de Michael Ende